jueves, 15 de diciembre de 2011

La visita a mi amiga Alaska

    Una firma de discos es una oportunidad para ver de cerca a tu cantante favorito, hablar un poco, sacarte una foto con él o ella y conseguir un autógrafo suyo. La ilusión y la alegría son mayores si se trata de artistas como Alaska que están consolidados en el mundo de la música desde hace muchos años y que mantienen la cercanía con su público. El miércoles 14 de diciembre, cientos de fans de Fangoria esperaron a la puerta del Fnac de Callao para cumplir uno de sus sueños.

J. H. Cazorla | Madrid

   Es la primera hora de la tarde en un mes de diciembre. Las calles de la gran ciudad están en plenas compras navideñas. La gente parece estar corriendo, metidos en su ajetreo, en un afán por desarrollar las tareas que le ha llevado hasta allí. A lo largo de la calle Preciados, un gran número de personas entra y sale de las tiendas con una prisa desmesurada. De pronto, llegando a Callao, la multitud parece ralentizar su ritmo de vida. Centenares de personas, casi todos pertrechados con ropa de cuero, forman una cola comparable a la de doña Manolita que está en la paralela.

    "¿Para qué es esta cola?" -pregunta un gran número de viandantes- "¿es que la cola de la lotería da la vuelta en Callao?" No estaban muy equivocados. Al fin y al cabo, para los fans de Fangoria, el mejor premio que se podían llevar era tenerlos cerca. "El simple hecho de ver a Alaska es un acontecimiento" -comenta Carlos en la cola. Él no es fan incondicional del dúo pero hay muchas canciones que le gustan. "Aunque es un grupo que ha tenido sus estapas en el tiempo, está muy consolidado y no han perdido su línea".

    Estaba previsto que las puertas se abrieran a las 18:00 horas y a las 17:00 ya habían casi 200 personas esperando. Muchos llegaban, entraban en la Fnac y salían con el nuevo CD 'Operación Vodevil' en las manos. A continuación, se ponían al final de la cola. Álvaro, un niño de 14 años, llegó sobre las cinco de la tarde. En su mochila llevaba, además del nuevo disco, muchos otros que había recopilado desde niño. "Me gusta desde que era pequeño porque mi hermana mayor también es fan de ellos" -le comentaba a Carmen, una señora que estaba delante de él-. "A ti te cogió muy temprano, yo sigo a Alaska desde el 85 y a mis hijas de 10 y 12 años también les gusta" -le contestó Carmen. 

     Tanto el niño como la señora se estaban aproximando a la sala donde estaba el dúo cuando, de repente, Mario Vaquerizo, pareja y representante de Alaska, bajó las escaleras rodeado de una multitud de niños. Emocionados, los padres les sacaban fotos y les aplaudían. "Yo también quiero" -gritó Álvaro- pero ya Mario se había alejado para entretener a los pequeños.

    Dentro de la sala se podían respirar los nervios. En tan solo unos minutos, quienes estaban allí, podrían saludar en persona a Alaska y a Nacho Canut. El ambiente estaba muy tranquilo pues allí solo podía haber unas 30 personas. De fondo se escuchaba una melodía muy sutil a la que, debido la emoción del momento, nadie le prestaba atención. Estaban tan adormecidos por la presencia de sus artistas que ni siquiera se inmutaron cuando se cayó el gran cartel que llevaba la imagen de la carátula del nuevo disco. No importó ni estruendo ni el hecho de que los protagonistas estuviesen a un metro de él.

    Alaska saludaba a todo el que allí llegaba con una gran ilusión y con mucha alegría, como si estuviese viendo al mejor de sus amigos. Nacho, más serio, prefería mantenerse al margen y se dedicaba a sacar fotos a su compañera con sus fans. Pero muchos de ellos, querían que en la foto salieran los dos. Así que, en la boca de Nacho se dibujaba una tímida sonrisa  y los flashes disparaban de manera intermitente. 

  Cada visita duraba aproximadamente unos cinco minutos. Por eso, como afirmó el encargado del departamento de prensa de Fnac, "la firma durará hasta las doce de la noche". Pero valía la pena para la gente que estaba allí. Todos salían con una expresión de alegría en la cara y muchos incluso dando saltos y viendo las fotos que habían sacado con sus cámaras. 

   Es el caso del grupo de amigos de Enma, una fan acérrima desde niña debido a la influencia de su madre. Iba vestida al más puro estilo Alaska, con unas botas altas negras, el pelo negro y perfectamente liso, un vestido de cuero también de color negro y los labios de un rojo que destacaba el pálido de su cara. En la conversación que entablamos (descarga archivo avi, 1:30 min), comentó que Alaska "es una persona muy natural y que puede hablar contigo de cualquier cosa, se toma su tiempo".

   El amor a la artista no viene solo de su faceta de cantante. El reality show de Alaska y Mario emitido por MTV España a partir mayo de este año, también ha dejado huella. El diario El País, en un reportaje sobre el "Show" de Alaska y Mario, nos cuenta todos pormenores del estreno. Irene vio el reality y, según nos cuenta (0:32 min.), tanto le gustó que se compró el disco y el libro. 

    A las nueve de la noche, el ajetreo había disminuido mucho en Fnac, pero la cola para ver a Fangoria no mermaba. En todas las pantallas seguían reflejándose imágenes, incansablemente. Se reprodujeron conciertos, videoclips e imágenes de prensa. Los fans del dúo pasaban de las pantallas y miraban con entusiasmo a la puerta de la sala. ¡Ya queda menos!
Videoclip Ni tu ni nadie, tema incluido en 'Operación Vodevil' (4:25 min.)

    Los que allí se congregaron iban a ver a una cantante, a una actriz y sobre todo a una mujer luchadora y que muestra cercanía a todas las personas dispuestas a hablar con ella. Iban a visitar a una gran artista pero, sobre todo, a una persona. 

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